Tengo el rostro de quien sobrevive a regañadientes. Las ganas de aquellos que se saben derrotados. Y el calor de una madrugada de enero. Yo tampoco sé que les pasa a mis ojos. Si decidieron vestirse de luto o sólo trataban de hacer juego con el paisaje. Tampoco me importa demasiado si hoy escuecen mis palabras. No estoy muy segura de ser quien las pronuncia. Y si esa luz del horizonte es el sol, ha conseguido engañarme. Sólo veo destellos intermitentes de un faro escribiendo su propio epitafio. Qué mal se me dan las señales. Por favor, que alguien me preste unas gafas de lejos. Me siento incapaz de vislubrar el mundo más allá de mi propia nariz.
Escrito por TrippY a las 9 de Febrero 2005 a las 01:14 AMEso son los examenes que trastornan, pero a todo el mundo ehhh. Animo, q ya no keda nah' !!!! Besitos nena!!!! Y ese café....ya le huelo!!!
Escrito por May a las 9 de Febrero 2005 a las 01:17 AMPrueba a mirar para adentro.
Besitos
El despertar en esta maldita ciudad, día tras día, se torna insoportable. Asi que levantarse con la lengua afilada es en realidad una minima manifestación de locura; no hay por qué preocuparse. Que tus ojos no quieran mirar no significa que no vean(a fin de cuentas el negro es un color bonito).Esos destellos del horizonte casi imperceptibles, son las señales de que te acercas, cada vez más, a la salida del agujero en el que vivimos; hay que trabajar para salir de pie y aunque el tiempo no esté de nuestra parte, los días oscuros terminan y empieza un dia menos gris. Ya lo veras, el consejo es amanecer pensando que el día acaba de terminar, y que todo lo que está por llegar será un mal sueño;hasta la noche, regreso a la vida onírica.
Escrito por Indian summer a las 9 de Febrero 2005 a las 10:14 PMMay: ahora que han terminado no me parecen tan necesarias las gafas. Yo también huelo ese café. Aunque el calimocho de anoche no estuvo mal para empezar...
Clarice: desde luego, no es mala idea. Haré lo posible por ponerla en práctica ;)
Indian summer: todos los amaneceres tiñen el mundo de luz sucia. Da igual por donde se miren. Son el principio de un camino sin retorno a esa vida onírica de la que hablas, en la que pocos encuentran descanso. Hermosa perspectiva. Al menos es una forma de odiar un poco menos el bucle de tiempo que rige nuestras vidas.
Escrito por Trippy a las 13 de Febrero 2005 a las 08:00 PM