4:06 AM. Fumar tanto me ha dejado la garganta de lija. Me levanto de la alfombra a por un par de botellas de agua. Bien fría, a ser posible. Unos ojos aún medio cerrados me miran con incredulidad al cerrar la puerta de la nevera. Sonrisa.
- Buenos días.
- Buenas noches.
- Estás como una moto.
- Ya. - sonrío - Lo asumo.
Cuando vuelvo a mi cuarto se ha consumido el pitillo. Ya no sé si hay mayor relatividad para los que amanecemos con la luz de las farolas. El tiempo juega duro cuando te acuestas con el sol. Y me despista. Aún me ciega demasiado la luz del día. Simplemente la luz. Creo que he encontrado el motivo por el que me escondo si alguien deslumbra. Estoy demasiado cómoda al cobijo de la sombra.
La oscuridad nos da imágenes distorsionadas mientras que la luz nos las devuelve con excesivo detalle, por eso nos hace tanto daño a los ojos. Sal un poco a la luz pero lleva buenas gafas, que el humo del cigarro siempre sirve para poner tierra de por medio...
Escrito por Curro a las 2 de Septiembre 2004 a las 01:37 PM... y para evitar la ceguera en favor de la miopía...
Escrito por Trippy a las 2 de Septiembre 2004 a las 02:12 PM