En mi delirio creí conocer cuantos puñales te atormentaban. Juré asomarme al abismo de tus lágrimas. Pese a mi vértigo. Siempre que recibieras su visita. Y corté con saña los lazos que me ataban al mundo. Ignorante, en mi particular odisea, de tus ardides. Jamás le ví intencionalidad a tu veneno. Ni dobles sentidos a tus palabras. Apuraba tus copas con una sed desconocida. Terminando completamente ebria sin llegar a saciarme. Te serviste como el vino peleón. En cantidades industriales. No supe que tu droga me mataba lentamente. Cálida y sibilina. Como las palabras con las que te regalé mi último aliento.
Escrito por TrippY a las 14 de Diciembre 2004 a las 02:03 AM
Tal vez no exista vértigo más profundo que el que provocan los abismos capaces de hacernos estallar en lágrimas, pero apurar las copas hasta el final siempre sirve para saber que las palabras no acudirán en nuestro auxilio cuando más las necesitemos.
Por eso las cosas que valen la pena difícilmente puedan ser nombradas, y la vida consiste tantas tardes en hacer fondo blanco de alcoholes hasta romper el vaso para extravíar o extraviarnos junto al resto.
Pero abrirse las venas a base de palabras sirve también para saber que si resucitaremos será en hechos, y en éstos habrá una embriaguez distinta a la que cualquier droga nos pueda producir.
(Y con un poco de suerte, compartiremos ese placer, de seguro... :))
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Por lo demás, vaya, a mí también siempre me cuesta decir algo cuando entro aquí.
Y sin embargo entro a leer con tanto gusto como quien se descubre en un espejo de ésos que, oh sorpresa, nos devuelven más guapos de lo que solemos ser.
Me encanta como lo llevas.
Y tienes mucho pero mucho talento, niña.
No sabes qué gusto me ha dado llegar hasta aquí.
(Y abrazos y vodka, apuntados a cuenta de cuando alguna tarde sí pueda cruzar el océano para compartirlos de veras, aunque por ahora sea desde este otro lado del espejo-mar :))
Jar, nena, después del comentario anterior, yo no puedo decir nada...me ha dejado rota.
No es bueno, entregarse completamente en algo, siempre acaba perjudicándote. O te acaba haciendo daño, o consumiendote...ya lo sabes...
Besitos nena
Lau: leerte aquí o donde dejes reposar tus palabras, haciendo tintinear los hielos de un vaso de vodka entre mis dedos, debe ser una de esas cosas que merecen la pena de verdad. Porque soy incapaz de ponerle un nombre al placer que me produce. Es un honor que sobrevueles un océano entero para vislumbrar la sombra desde el aire. Un abrazo enorme.
May: lo sé... lo tengo tatuado bien cerca de "pesimista", "trágica" y "fría", a lo Memento. Pero tú más que nadie conoces mi despiste contínuo... y sabes que nunca me acuerdo de mirármelo :S
Escrito por Trippy a las 15 de Diciembre 2004 a las 04:22 AM